martes, 22 de julio de 2014

Cómo estudiarse a uno mismo. Consejos para vacaciones.

Las vacaciones son un momento ideal para la relajación, la meditación y la reflexión. Los avatares de la vida diaria nos tienen absortos en un ir y venir de horarios y obligaciones que nos dejan la frustrante sensación de no tener nunca tiempo para nosotros mismos, ni siquiera para plantearnos si estamos en el camino correcto, si hacemos lo que queremos y debemos, o simplemente para encontrar un momento de paz. Podemos aprovechar el periodo vacacional para encontrar unos 15 o 20 minutos cada día para encontrarnos con nosotros mismos.

Según la psicología clínica más tradicional, el malestar psicológico y la ansiedad vienen provocados en muchos de los casos por no detenernos a escucharnos y, más aún, por desoírnos o desatender los deseos y necesidades que nuestro cuerpo y mente demandan. Cuando nos dejamos llevar por la vorágine del día a día y nos abandonamos a la rutina, perdemos el contacto con quienes somos.

Estamos cansados de escuchar que la comunicación es la base de toda relación fuerte y sana. Sin embargo, tendemos a interpretar que este principio solo es aplicable a nuestras relaciones con los demás, en lugar de darnos cuenta de que nuestra principal relación es la que mantenemos con nosotros mismos y es la que en primer lugar debemos cuidar para sentirnos en paz con lo que nos rodea.

Estudiarnos implica escucharnos, sentir nuestras emociones, reconocerlas y aceptarlas en cada momento, y actuar así en consecuencia. Una vez que convirtamos este ejercicio en una costumbre, nos resultará muy sencillo continuar en contacto con nosotros mismos e incorporar este ejercicio a lo que somos, cuidando de nosotros en todo momento.

Para iniciar este estudio de autoconocimiento debemos encontrar un momento para nosotros solos, un espacio agradable y relajante, que no nos evoque nada más que el placer de estar en ese lugar y en ese momento. Al sentirnos en calma podemos comenzar a repasar aquellas facetas de nuestra vida que nos inquietan o preocupan, así como las que más nos agradan, buscando potenciar estas últimas y siguiendo nuestra intuición para solventar las primeras.

Es importante que detectemos las cosas que nos dan placer, que nos premiemos un poquito cada día por todo aquello que hacemos bien, potenciando nuestro bienestar y reforzando nuestras conductas positivas.

Miguel Vallejo
Centro de Psicología Clínica en Donostia-San Sebastián

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