domingo, 10 de agosto de 2014

Ayuda en verano a tu mente. Ocio y playa la solución.

El verano nos ofrece la oportunidad de realizar una parada obligatoria a nuestra habitual vida vertiginosa, repleta de obligaciones, prisas y estrés. Los psicólogos hacemos hincapié en los beneficios que tiene el ocio para nuestra salud mental y física, tanto si lo dedicamos a practicar deporte al aire libre, a compartir charlas y actividades con los amigos o a tomar el sol y nadar en la playa. Es importante participar en múltiples actividades de ocio, tanto como una forma de disfrutar de la vida, como un medio para calmar nuestra mente y retomar la actividad diaria con más fuerza.

Las últimas investigaciones médicas han demostrado que aquellos que disfrutan del ocio y de actividades gratificantes tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y depresión y que, igualmente, son personas más felices y satisfechas con su vida.

Este verano tienes la oportunidad de dar un respiro a tu mente y disfrutar de los momentos de ocio con tu pareja, tus hijos, tu familia y tus amigos. Ello repercutirá favorablemente en vuestra salud física y mental, a la vez que contribuirá a reforzar vuestros vínculos emocionales y afectivos.

El beneficio de los rayos del sol es sobradamente conocido, dado que es la principal fuente de obtención de vitamina D. Además, los baños con el agua del mar tienen un efecto beneficioso sobre las articulaciones y eliminan las contracturas musculares. A ello se une los efectos positivos de la arena, que desinflama las articulaciones, del mismo modo que caminar con los pies descalzos sobre la arena es el mejor ejercicio para los músculos del pie y de las piernas.

Estos numerosos beneficios físicos repercuten directamente sobre nuestra salud mental y nuestras emociones, proporcionando un efecto calmante y aportándonos nuevas energías.

Para aquellos que no tengan la oportunidad de acudir a la playa, les aconsejamos disfrutar de todas las actividades al aire libre que puedan, acudiendo a la piscina municipal, al zoo, al parque de atracciones o simplemente disfrutando de una comida o una cena con nuestra familia y nuestros amigos.

Lo importante es dedicar el periodo de nuestras vacaciones al descanso, al ocio, a cultivar las relaciones afectivas con las personas que queremos y a cultivar nuestras aficiones y hobbies que no podemos realizar el resto del año. De este modo conseguiremos desconectar de las obligaciones y rutinas diarias, y volver tras las vacaciones recargados de nuevas energía y con la satisfacción de haber aprovechado al máximo el verano.

Miguel Vallejo

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